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lunes, 18 de abril de 2011

Recetas Infantiles


Cuando los niños comienzan a concurrir al jardín infantil , se inicia una etapa en la cual necesitas recetas de comidas infantiles, que resulten atractivas y nutritivas. Los más pequeños aumentan sus actividades cotidianas, por ello necesitan comidas que los ayuden a afrontarlas.
Si tu hijo necesita reponer energías después de un día agitado se deben alimentar con comidas que  deben contener los nutrientes necesarios para que tu hijo crezca sano y fuerte.


Trufas de leche y miel

Ingredientes
  • ½ taza de miel.
  • 1 taza de leche en polvo.
  • ½ taza de pasta de maní.
  • ½ taza de pasas de uvas.
Preparación

Poner en un recipiente todos los ingredientes. Mezclar bien. Tomar la masa con las manos, amasar. Preparar trufas con dicha mezcla.

El sol y la luna se van a casar

papá ratón llegó contando, que el sol y la luna se van a casar

mamá ratona dijo, que ese matrimonio no duraría, porque separado el sol de la luna siempre estaría

abuela ratona dijo, que tendrían como hijas las estrellas e hijos los cometas y como padrinos ella quería, fueran los planetas

el ratoncito mayor dijo, que todos estaban equivocados, porque el sol se casaría con una “sola” y la luna con un “luno”, el sol tendría hijos, pero con tantos, con noche no quedaría lugar alguno

grillos, sapos, renacuajos, ranas y búhos, no tendrían mas noches para cantar y por eso el ratoncito mediano se puso a llorar

papá ratón llamó a la cordura, pues no había pareja para ellos, porque no se conocía ningún otro sol, ni otra luna, quizás en otra galaxia, pero mas de cien mil años esa búsqueda dura

y para terminar esta querella, el ratoncito mas pequeñito sueña, con que la luna se enamore de una estrella y el sol de una flor bien bella



Caracol Caracolito, el niño más noble y bonito.

Buen país era un lugar muy hermoso donde solo habitaban animalitos exóticos y de toda variedad, Caracol Caracolito era uno de los habitantes de ese lugar, solo que siempre estaba de mal humor, nada le ponía feliz, siempre con una carita muy seria.
La señora Caracola quería tanto a su hijito, que no se daba cuenta de nada. Un día llegó de visita la Sra. Tortuleta, la vecina más anciana y sabia del lugar, - Señora Caracola, ¿qué cree?, le traigo una buena noticia, Godorro (el gusano reportero de Buen País) anunció con su bocina escandalosa que mañana en el parque Caramelo habrá un concurso para niños obedientes, el que mejor corazón tenga y sea un buen ciudadano se hará acreedor de una linda casita de dulces, la cual es tan bonita que todos en Buen País, quieren vivir en ella.
-¡Qué bien!- Dijo la Sra. Caracola con gran alegría, -estoy segura que mi Caracol Caracolito será el ganador, él si es noble y de buen corazón, además de ser tan bonito y educado, a él no le gusta juntarse con los demás animalitos groseros de buen país-.
Por ahí se encontraba el Sr.Godorro, quien dijo para sus adentros:
-¡Si cómo no!,si supiera que su Caracolito no saluda a nadie y siempre está de mal humor, pero doña Caracola tiene la culpa por tratarlo todavía como un bebé y no permitir que se integre con los demás animalitos-.
Mientras tanto los niños de buen país: Gusi el gusanito, Tola la Tórtola, Guita la tortuga y Bajo el escarabajo se inscribían en la lista del concurso de los niños obedientes.
Por otro lado, las señoras abejitas se encargaban de adornar el parque Caramelo con paletas de miel y flores hermosas, además de limpiar perfectamente la casita para que todo estuviera perfecto.
Cuando la Señora Caracola inscribió a su hijito Caracol Caracolito en la lista de participantes, todos se le quedaron viendo un poco admirados pues nunca se imaginaron que ella se atreviera a inscribirlo en el concurso.
Llegó el momento esperado, todos los pequeños animalitos habían llegado relucientes con sus mejores atuendos, Caracol Caracolito aunque a regañadientes también llegó muy peinadito y bien vestido e impecable, escuchando los consejos de su madre – No te ensucies, no te despeines, no te juntes con los demás animalitos, pórtate bien-
Antes de seguir contando esta historia, olvidé decirles que la Sra. Caracola era una mamá muy posesiva, siempre quería vestirlo y peinarlo como a ella le gustaba, nunca dejaba que Caracolito eligiera, entonces a él, eso se ponía de mal humor y la verdad, le daba un poco de pena entrar al concurso, en realidad no era tan malo como pensábamos pero las exigencias de su madre lo ponían de mal humor y pensaba que todos en buen país querrían hacer lo mismo con él, además no quería causarle disgustos a su madre, por eso no les hablaba nunca.

En el parque Caramelo también se encontraba una dama regordeta, con su falda redondita y una gorra floreada bordada por ella misma, la Señora Tortuleta, a quien habían invitado para ser la juez de ese concurso. Pero….. ¿Qué Don tenía Tortuleta para elegir al más noble y buen ciudadano de este lugar?, todos se veían tan angelicales a excepción de Caracol Caracolito que tenía cara de malhumorado.
La señora Tortuleta podía ver más allá de lo que todos normalmente vemos a simple vista y pudo percibir la carita triste de Caracol Caracolito.
Habló primero con su madre la Sra. Caracola y con sabias palabras le dijo al oído, -debes dejar elegir a tu hijo, él está creciendo y no te has dado cuenta, ¿le preguntaste si quería entrar al concurso?, ¿realmente quería vestirse así tan formal?, ¿dejaste que él también opinara? ¿Le has preguntado si le gustaría integrarse con sus compañeritos para jugar?-..... Con una carita angustiada la Sra. Caracola exclamó, -¡Nunca lo he hecho!-

-Entonces-, dijo Tortuleta - ve y pregúntale y comunícate más con tu hijo, estoy segura que es tan noble como tú dices pero ante los demás se comporta así porque tú lo tratas como si fuera un bebé y ya no lo es-.

-Es verdad-, dijo doña Caracola para sus adentros, -es que quiero tanto a mi hijo que inconcientemente le he hecho daño al no comunicarme con él y al no escucharlo-.
-De ahora en adelante, hablaré con él y seguiré dándole buenos consejos pero debo también aprender a escucharlo. Entre los padres e hijos siempre debe haber una buena comunicación, además él ya está creciendo y sus inquietudes y aprendizaje también-.
Caracol caracolito no ganó el concurso, pero ganó la confianza y la comunicación con su madre, desde ese día se volvió bueno y obediente, también aprendió a escuchar los buenos consejos de su madre. Desde ese día tuvo muchos amigos y siempre estaba de buen humor.





viernes, 15 de abril de 2011

El inicio de la sexualidad en los niños,
un reto para los padres



Cuando los niños empiezan a crecer notan la diferencia que existe entre el cuerpo de un hombre y una mujer. Lo más natural es que pregunten el porqué de esas diferencias.


Aunque resulta complicado hablar de sexualidad con menores de edad, tocar el tema abiertamente previene trastornos de la identidad sexual y, en instancias más delicadas, acoso por parte de personas mayores.

Si bien es cierto que el niño no identifica entre el bien y el mal, hablar de sus partes íntimas es el primer paso para inculcarle respeto y amor por su cuerpo. Sin embargo, no es la primera aproximación que él tiene con su sexualidad. Tan pronto nace, fija su mirada en la madre. A los 3 meses se observa y toca sus manos. A los 8 se chupa el dedo gordo del pie. Y es sólo al año que se da cuenta de que tiene genitales; edad en la que se los manipula.

Pero no se angustie. Esto es natural. No obstante, debe ser entendido, educado e informado a tiempo por los padres, pues son el estímulo para un desarrollo normal sexual del niño.


La actitud de los padres es definitiva al momento de estimular las conductas propias del sexo de su hijo. Por ejemplo, a una niña desde los 3 años se le debe explicar que algún día será madre y que es diferente a un hombre en su forma de actuar.


Según el siquiatra infantil Álvaro Franco Zuluaga, “a esta edad hay que favorecer los contactos con los niños del sexo opuesto, porque esto le facilitará una mejor comprensión de su identidad sexual”.


También exploran su cuerpo y el de otros a través de los juegos como representar a papá y mamá o a los médicos. Esto lo hacen con el fin de satisfacer su curiosidad, una actitud normal hasta los 5 años.

A los 3 años el niño también comienza los procesos de separación e individualización, es decir, empieza a ser autónomo y a solicitar privacidad. “Desde esta edad los niños deben estar solos en el baño haciendo sus necesidades y a los 4 años vestirse sin ayuda”, señala Franco.


El baño con los padres se debe hacer hasta los 5 años, porque perciben de una forma más clara las diferencias sexuales de los órganos, lo que se convierte en una manera para generar sensaciones nuevas en los pequeños.


Según el siquiatra Álvaro Franco, el abuso sexual normalmente lo hacen personas cercanas a la familia. Empieza con toques, continúa con regalos y termina en penetración. Los síntomas son inmediatos y perjudican el sistema general de su cuerpo y mente. Los signos de alerta pueden ser:

* Sienten su cuerpo sucio.

* Dejan de dormir y de comer.

* Lloran y se vuelven inseguros.

* Aumenta el estrés.

* Les cambia la autoestima.

* Se sienten personas no queridas.

* Se vuelven agresivos, mentirosos y podrían hacer lo mismo que hicieron con él.

Háblele siempre con sinceridad y amorosamente. Esto generará confianza en el niño, tanta que él mismo se referirá a su sexualidad evitando, en el futuro, juegos sexuales poco saludables.


Cuando pregunte por el cuerpo no le diga “esas cosas son de adultos”. Esto hará que se inquiete y se sienta inseguro.

Respete la privacidad de su hijo. El ejemplo de esta empieza en casa.Incúlquele que nadie tiene derecho a tocarlo, a espiarlo, ni a abusar de él y que cuando pase esto hable inmediatamente.

Cuando al niño no le infunden su identidad sexual, no le hablan con la verdad, lo cohíben de juegos y no hay un modelo a seguir de su mismo sexo, podría crearse en él un trastorno en su conducta sexual. Los tratamientos para controlarlo solo funcionan en un 5 por ciento. Por lo cual, los padres deben aceptar y tratar de inculcarles actividades de su propio género.

Este trastorno se detecta a los 4 años, cuando:

La niña dice que le va a crecer el pene.
No se divierte con juegos de su propio sexo. Esto es normal sólo hasta los 4 años.
El niño se maquilla, se pone los tacones o la ropa de la mamá. Según los expertos, si lo hace, por ejemplo tres veces, no hay problema.
El niño canta canciones interpretadas por mujeres. Si es transitorio, por tres meses, no hay inconvenientes.


Mónica Toro
Redactora Abc del bebé